Élida Dorta y Javier Arozena: “U”

Descripción de la propuesta

Élida Dorta y Javier Arozena presentan la pieza “U”. Les interesa la letra U en su gráfica, que entienden como el conjunto de una curva que une dos líneas rectas, dando lugar a un espacio “entre”, un espacio intersticial; un tercer cuerpo que adquiere la función de recipiente, donde reside la tensión entre esas dos unidades antes de la colisión.

U es un paisaje que se mueve entre dos cuerpos superpuestos, unos tras otro; uno siendo el otro, pero siendo uno. En él aparece la memoria de representación de los cuerpos a través de la historia del arte, en el cine, la fotografía o simplemente al observar la escena cotidiana de los cuerpos de los amantes fundiéndose en un largo abrazo.

A veces el uno es sombra, para que el dos permanezca en la luz o ambos se desdibujan para dar lugar a una multiplicidad que se abre a nuevas posibilidades fuera de las definiciones. La intuición entre dos, la acción equilibrada del dar y el recibir, la escucha atenta, la tensión, la dilatación del tiempo, la fusión, la colisión que abre, acoge y recoge, estar en la tarea conjunta de permanecer en un pulso común, el ritual de lo comunitario. La escucha del golpeo de los cuerpos contra el suelo, el apoyo y la fuerza de duplicar la acción. Una acción rítmica que se evoluciona hasta el éxtasis dinámico y reverbera en su expansión por el alrededor.

La acción que desenlaza en la colisión de los bordes, presionando y tensionando ese espacio intersticial hasta que se produce el contacto, el abrazo, el descanso de la unión, donde uno y una se unen, ….. donde se revela ‘U’.

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Élida Dorta y Javier Arozena presentan la pieza “U”. Les interesa la letra U en su gráfica, que entienden como el conjunto de una curva que une dos líneas rectas, dando lugar a un espacio “entre”, un espacio intersticial; un tercer cuerpo que adquiere la función de recipiente, donde reside la tensión entre esas dos unidades antes de la colisión.

U es un paisaje que se mueve entre dos cuerpos superpuestos, unos tras otro; uno siendo el otro, pero siendo uno. En él aparece la memoria de representación de los cuerpos a través de la historia del arte, en el cine, la fotografía o simplemente al observar la escena cotidiana de los cuerpos de los amantes fundiéndose en un largo abrazo.

A veces el uno es sombra, para que el dos permanezca en la luz o ambos se desdibujan para dar lugar a una multiplicidad que se abre a nuevas posibilidades fuera de las definiciones. La intuición entre dos, la acción equilibrada del dar y el recibir, la escucha atenta, la tensión, la dilatación del tiempo, la fusión, la colisión que abre, acoge y recoge, estar en la tarea conjunta de permanecer en un pulso común, el ritual de lo comunitario. La escucha del golpeo de los cuerpos contra el suelo, el apoyo y la fuerza de duplicar la acción. Una acción rítmica que se evoluciona hasta el éxtasis dinámico y reverbera en su expansión por el alrededor.

La acción que desenlaza en la colisión de los bordes, presionando y tensionando ese espacio intersticial hasta que se produce el contacto, el abrazo, el descanso de la unión, donde uno y una se unen, ….. donde se revela ‘U’.